No sabemos si se trata de una rebelión a bordo de las consejerías de Salud de diferentes autonomías más o menos alentadas por los respectivos consejeros de Economía, pero lo cierto es que Marina Geli incluso ha encontrado una nueva forma meliflua de llamar al copago-repago. Ahora lo denominaría «tasa de uso» para evitar la palabra que tan mala prensa ha consechado, y tantos argumentos ha acumulado en su contra.
Sin embargo, la ministra de Sanidad y Política Social del Gobierno de España, Trinidad Jiménez, insistió este lunes en que por parte del Ejecutivo central «no hay ninguna intención de poner encima de la mesa» el debate sobre el copago sanitario.
«Tenemos un orden del día del Consejo donde no figura ninguna propuesta en ese sentido», aseguró Jiménez en declaraciones a los medios de comunicación tras un acto público en la capital grancanaria, donde admitió desconocer la iniciativa del Gobierno catalán.
En este sentido, señaló que la consejera de Cataluña tampoco le ha hecho llegar «su intención de presentar nada en relación a esa propuesta». «Como ésa es una competencia exclusiva del Estado introducir alguna modificación en ese aspecto, por parte del Gobierno de España no hay ninguna intención de poner este debate encima de la mesa«, remarcó.
Señaló que el presidente del Gobierno hizo una declaración muy clara sobre ese particular en el Debate del Estado de la Nación y, por tanto no hay nada más que discutir en este momento», sentenció.
Por su parte, en el blog Punts de Vista se valora muy negativamente la propuesta de Marina Geli, ya que:
«En primer lugar, traspasa la responsabilidad de la propuesta regresiva y dolosa a un «grupo de expertos», (una solución muy en boga en toda la Unión Europea propugnada ya desde el Libro Blanco de la Salud de la Comisión Europea del 2007 (4.1) para tomar decisiones clave en la orientación de lo público ocultándose detrás de supuestos «sabios» sin responsabilidad social ni política ninguna). Sabemos, además, por las declaraciones hechas por uno de ellos que ni siquiera se ha fingido consensuar un acuerdo en este segundo informe Vilardell que la consellera intentará vender a todos sus homólogos en el Consejo Interterritorial de Salud.
El segundo regate y engaño consiste en el cambio de la palabra copago (ahora ya todo el mundo sabe que es repago) por el eufemismo de «tasa de uso»… que cuando se lee lo que es, pues es lo mismo: de uno o dos euros por visita médica, más un euro por cada receta de fármacos, y otros dos euros cuando un usuario acuda al servicio de urgencias de un hospital sin sufrir una emergencia que lo justifique. Y una cantidad a estudiar de dos a cinco euros por cada cinco días de ingreso hospitalario…
¿Y qué se conseguirá con ello?
1.- Básicamente, y al revés de lo que dicen pretender, unos ingresos escasos y redistribuir la renta de forma regresiva después del cobro de este impuesto sobre la enfermedad y las personas enfermas.
2.- Lograr que las personas con menos recursos y que viven más en precario se abstengan de acudir a un centro de salud, aunque debieran hacerlo, «desanimadas» por el desembolso que les puede suponer…
3 (aunque no acaban aquí las consecuencias) – Finalmente, y me aterra pensarlo, aumentar más aún una parte de la burocracia de la Conselleria que no rinde cuentas ante la sociedad y que debería responsabilizarse de una mejor gestión de sus recursos en lugar de pretender incrementarlos de manera vergonzosa a costa de las personas que no atraviesan los mejores momentos de su vida.
Marina Geli no sólo juega con fuego como pretende jugar con las palabras insistiendo en el copago, repago o ahora, «tasa de uso»… juega con la equidad y la salud de las personas. Juega con el malestar de la sociedad en unos momentos de crisis económica muy duros, con altos niveles de paro, y cuando acaba de saberse que la banca española es de las más rentables del mundo gracias a las comisiones que cobra. En estos momentos, precisamente, Marina Geli, banquera de la salud, quiere también ingresar en Caja sus comisiones. Pero si no puede reprimir su instinto recaudatorio, debería proponer, para ser mínimamente ética, la creación de nuevos impuestos sobre los que más tienen. Y si con los poderosos no se atreve, entonces, por encima de todo, Marina Geli debería acordarse y aplicar lo que aprendió en la Facultad de Medicina: «lo primero, no hacer daño»; debería tratarse sus fijaciones, tomarse unas vacaciones de muchos, muchos años, y dejarnos vivir tranquilos.»
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Ver,sobre este tema, pero en sentido opuesto:
Toni Barbarà, «Ni copago, ni repago ¡ya lo hemos pagado!», y los materiales de la Jornada de Dempeus sobre el Co-Repago, incluida la Declaració sobre el No al Co-Repagament: Equitat i Salut Pública.
Fuente de la noticia sobre Trinidad Jiménez: CNN+
Molt bona feina, companyes.