El dinero invertido en salud pública es siempre rentable


Hoy os traemos una entrevista con el doctor cubano Miguel Álvarez y el argentino Roberto Paterno. Ambos coinciden en que científicos, docentes y médicos deben trabajar juntos para prevenir los trastornos. La entrevista se ha publicado en El Tribuno este lunes 12 de julio.

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Varias son las enfermedades que producen un deterioro agudo o progresivo del cerebro y el sistema nervioso central y periférico, como así también son muchas las personas que las sufren además de los afectados directos, como familiares y allegados.
La buena noticia es que la ciencia tuvo un crecimiento impresionante en los últimos 10 años, tanto en los campos científico, técnico como en salud pública.
bebe-jugandoAlgunos casos de niños con problemas en el desarrollo son detectados tardíamente por sus cuidadores mientras que en otros casos fueron víctimas de un traumatismo o ataque cerebral que los ha dejado con las funciones cerebrales, intelectuales o motoras disminuidas.
La segunda semana de junio se realizó un Congreso Latinoamericano de Neurorrehabilitación Infantil, organizado por la Fundación de Apoyo para Personas con Necesidades Especiales (Fu.A.P.N.E.). Entre los invitados especiales que asistieron al encuentro, que reunió a más de dos mil asistentes, El Tribuno dialogó con los doctores Miguel Angel Alvarez, especialista en Neurociencia y profesor de Neurociencia en la Universidad de La Habana y en el Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, como también con Roberto Paterno, decano de la Facultad de Filosofía, Ciencias de la Educación y Humanidades de la Universidad de Morón, en Buenos Aires.

Doctor Alvarez, ¿de qué depende la rehabilitación neurológica de los niños?
De un buen sistema nacional de salud. Al menos en Cuba, todo se organiza partiendo de las limitaciones, sabiendo que el sistema es perfectible. Por otro lado, hay buen nivel en la asistencia clínica y en las investigaciones científicas.
Hay una opinión generalizada de que los avances de la salud en Cuba son magníficos…
Hay muy buen desarrollo. Mucho tiene que ver que los investigadores científicos no están, ni deben estar, en una torre de marfil; al contrario, los investigadores médicos están estrechamente vinculados con el ambiente donde viven. Se trata de una sinergia constante con los problemas de salud de la población.

En ese contexto, ¿puede curarse un cerebro enfermo o dañado?
Sí, bajo ciertas condiciones y modos, y le llamamos neurorrehabilitación. Un cerebro enfermo parte de problemas genéticos y ambientales. En este último caso es donde cabe la prevención, que es primaria y secundaria. Le daré un ejemplo: el hipotiroidismo congénito afecta a uno de cada 3.500 niños. Y es totalmente prevenible: con tres dólares en su momento se resuelve un problema grave para el individuo, la familia y la sociedad, y se evitan miles de dólares de gastos.
La prevención evita la aparición de enfermedades antes del parto, en el momento del nacimiento, con una simple extracción de líquido de la columna vertebral.

neurorrehabilitaciónUsted hace hincapié en una fuerte inversión en salud pública.
Todo el dinero que se invierte en salud es rentable: los gastos en curaciones, tratamientos, madres o padres que deben dejar de trabajar; la sociedad se beneficia de embarazadas y niños sanos. Lo que se gana es mayor de lo que se invierte desde el comienzo.
Esto se supone lógico y posible en países ricos que pueden permitirse un gran desarrollo de su sistema de salud.
Pero en realidad los que más tienen que invertir en salud son los países pobres. Es invertir en su futuro.

¿Prevenir es curar?
¡De eso se trata!. La prevención primaria es evitar la enfermedad.

Las ventanas de oportunidades

Los profesionales dijeron que los problemas no se agravan con la prevención, por ejemplo, “desde antes de la concepción, con el control de los padres. Por supuesto, esto tiene que ver con cuestiones educativas y culturales de la población”.

Doctor Paterno, ¿cuál es la situación de la prevención en Argentina?
Coincido en los conceptos de mi colega: hay que aplicar la ciencia a la prevención, al diagnóstico operacional, y los más importante es detectar las “ventanas de oportunidades”, que significa el momento del desarrollo cerebral para atender un presunto problema. Algunos se expresan en neonatos, y son detectables en el embarazo.
También, en la época escolar, la maestra puede detectar por ejemplo la hiperactividad, la dislexia (trastorno grave en la lectura). La escuela es un lugar indicado para detectar a tiempo problemas en el desarrollo neurológico.

¿Y por qué no, o junto con los padres?
Los padres también. Pero hay que tener en cuenta que, a veces, el problema en realidad puede parecer “normal” debido al sentimiento, porque para los padres sus niños son perfectos. Es muy importante capacitar a los docentes. La neurorrehabilitación comienza en los maestros, y en los padres que atienden los consejos de los educadores. La idea es institucionalizar la prevención.


Fuente: El Tribuno.com.ar

Acerca de Dempeus per la salut pública

Col·lectiu de persones en defensa de la salut pública
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