Mas-Colell y Boi Ruiz, consellers de CiU en Catalunya, se han salido de momento- con la suya, impulsando políticas de desigualdad contra la sanidad pública con el apoyo del PP. El Consell de la Generalitat ha conseguido que el Parlament aprobase las medidas que más atentan contra la desigualdad de la democracia y que constituye un auténtico atentado a la salud y a la equidad: la tasa por receta farmacéutica, también llamada “ticket moderador”, que de entrada será de un euro por receta con carácter universal y que puede suponer un ingreso mínimo de 100 M. de euros que pagarán personas enfermas y en situación precaria. La enjundia de la medida, además, añade nueva presión sobre el personal sanitario porque el “ticket moderador” pone también en cuestión la profesionalidad de los médicos e interpone un elemento añadido de desconfianza entre médico y paciente. E involucra al personal de las farmacias que pasan a llevar gorra de cobrador de este gravamen tan impopular como injusto.
De nuevo cobran gran vigencia todas las argumentaciones que desde Dempeus per la Salut Pública hemos venido elaborando y difundiendo sobre el REpago. En este link pueden tener ustedes acceso a la Jornada contra el CO-REpago que celebramos en Barcelona en junio del 2010 y en la que distintos especialistas reconocidos y honestos expusieron argumentos definitivos contra esta medida ¡que incluso la propia CiU había denunciado en su programa electoral!
Lo llamen como lo llamen, se trata de REPAGO. Cambiar los nombres de las cosas no altera su esencia, sólo demuestra quien manda en la economía y en el lenguaje, porque la verdad es que contiene todos los elementos de “impuesto sobre la enfermedad”, y agrava el carácter regresivo (y cobarde) de una medida recaudatoria que perjudica a las personas con menos ingresos y más enfermas… Como está demostrado por experiencias en otros países, puede impedir en muchos casos el acceso a la medicación imprescindible para recuperar la salud… ¿Y eso les parece especialmente “saludable” y “moderador” a las chatas autoridades sanitarias de Catalunya, cuando puede afectar a enfermedades infecciosas, por ejemplo?
Decía Toni Barbarà ya en tiempos de Marina Geli: “Sabíamos que la pretensión de volver a la carga en la batalla del “copago” estaba en la agenda de algunos de nuestros políticos, y así lo presagiaban diversos globos sonda, encuentros y encuestas técnico-científicas varias, manifestaciones sesudas de pensantes pensadores… Tanto va el debate sobre la sostenibilidad del sistema público a la fuente que su universalidad accesibilidad y equidad amenazan ruptura.
(…) Abierta la ranura del copago por atención –servicio sanitario, con independencia sutil de cual sea su cuantía, especificidad o matiz cosmético, se iniciará una irremisible e imparable carrera hacia el precipicio de la mercantilización salvaje del “mercado de la salud”. (…) No valen, no deberíamos dejar que cuelen, mentiras como puños como son la pretendida superioridad de la gestión privada, la eficacia y eficiencia de los sistemas privados-privatizados. Ni otras fórmulas más sofisticadas, edulcoradas, con anestesia populista, como son las bondades de lo “mixto”, lo complementario ( tu pones un poco y yo pongo otro poco- de lo tuyo !!). No valen aquí propuestas de reequilibrio fiscal y corrección impositiva usando la precariedad en salud como falso mecanismo redentor que incrementa las aportaciones de los que sí tienen versus a las menores aportaciones de los que no tienen (pero a quienes, aun así, vamos a dar una atención básica y caritativa- modelo USA- en pro de una conciencia social tranquilizada). Si quieren incrementar la aportación de los más ricos, ¡ OJALÁ ! que lo hagan por la vía fiscal y de los impuestos directos.
El copago “simbólico” no vale para recaudar y sí para empozoñar y liquidar el sistema público, integral y universal de salud a costa de segregar, penalizar y discriminar a los más pobres.
Si insisten en imponerlo, se hará necesaria una movilización masiva de la sociedad y una confrontación de tal envergadura que se hará visible lo irreconciliable de los intereses públicos y sociales frente a los privados y mercantiles. No hay otra lectura y que nadie se deje llevar por perversos sentimientos generados de autoinculpación. Los enfermos no “abusan” de la sanidad, y en todo caso es responsabilidad de los políticos enseñarles para que sepan usarla mejor, una vez hayan escuchado (no solo oído) sus percepciones, sus argumentos y sus necesidades….”
Àngels Martínez Castells, presidenta de Dempeus per la salut pública
Fuente: Punts de Vista Ver también el documento:
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