Vicente Baos: Preparando la poda


Vicente Baos, en su blog , ha decidido a hacer frente a ese cúmulo de información con la que se está preparando a la población para los recortes sanitarios que se le viene encima sin que, previamente, ningún responsable de la gestión sanitaria haya decidido dar explicaciones de lo ocurrido.

También se ha posicionado  La FADSP ante las deudas de la Sanidad Pública . Un tema que también abordaremos el dia 22 de junio en la Jornada Por una nueva Cultura de la Salud.

Preparando la poda

Ya nos habían avisado que después de las elecciones municipales se empezaría a hablar de los recortes necesarios en el gasto público. Como si estuvieran siguiendo un manual de estrategia política, van apareciendo noticias y comentarios que crean el entorno adecuado para que la población acepte los «sacrificios» que sean necesarios acometer para solucionar el problema. Por supuesto, no hay responsables directos de los desatinos, errores e ineptitudes que aparecen. Ahora se muestran los datos relativos a la deuda de los hospitales públicos, tanto en fármacos como en material sanitario.

9.400 millones de euros son muchos millones adeudados. Me parece increíble que las empresas acrededoras puedan soportar una deuda de tal calibre; sin embargo, estas noticias están saliendo a la luz ahora. ¿Quién presupuestaba el gasto hospitalario? ¿Quién asumía un presupuesto y un gasto real final que iba dejando un rastro de deuda de tal calibre? Increíble el desajuste entre teoría y realidad. ¿Quién es culpable? ¿La demagogia política, la ineptitud gestora? Y una vez creado el problema, toca «apechugar» ¿Quiénes? ¿Alguien lo duda?

En un editorial, El PAÍS pontifica:

El volumen del gasto sanitario total no es exagerado. Se sitúa por debajo de la media de la UE (de los Quince antes de la ampliación); la sanidad pública cuesta el equivalente a un 6% del PIB. Pero sí son exorbitantes algunos de sus elementos, como el gasto farmacéutico, el segundo en la clasificación mundial después de EE UU; o el número de visitas médicas, que multiplica por ocho la media europea.

Como vemos, aquí no gastamos más sino menos que el equivalente a nuestra riqueza global, sino que parece mucho el gasto farmacéutico y las visitas médicas. La importancia del gasto farmacéutico en proporción al total es debido a los bajos salarios de los profesionales sanitarios en comparación a los europeos. Asimismo, el número de visitas médicas es debido a que tenemos uno de los sistemas más burocratízados e ineficientes que obliga al paciente a acudir más veces de las necesarias al servicio sanitario. Ejemplos: la pesadilla de la incapacidad laboral y sus partes semanales; la pesadilla de las recetas en papel y el diseño de algunas recetas electrónicas; las demoras inaceptables para garantizar una atención adecuada en las interconsultas hospitalarias y de diversas especialidades, lo que a su vez provoca «revisitas» al médico de familia y a los servicios de urgencias; las demoras en volver a ver al paciente que se le han realizado pruebas hospitalarias (meses en algunas especialidades). También a la población se le ha dado un mensaje de «barra libre» en muchas actividades.

Y la respuesta a los problemas siempre va en una dirección:

Este país se enfrenta, pues, a un dilema. O reduce drásticamente el gasto sanitario, desmantelando buena parte de su modelo social, o conserva una sanidad de primera, con recortes en elementos no esenciales y aumento de ingresos por la vía de un copago que incorpore criterios de equidad, según el poder adquisitivo de los pacientes. La respuesta debería ser evidente.

La respuesta a un gasto sanitario inasumible en el contexto actual debería pasar por el análisis de los otros muchos factores, desde los fiscales (ver comentarios de Vincenç Navarro), hasta la modificación de los aspectos de ineficacia gestora que abarcan a todo el sistema sanitario. Será necesario revisar los fármacos hospitalarios y que se adecúen a un coste-efectividad adecuado: anti TNF, nuevos oncológicos, sistemas de elección y compra de material tecnológico…Y por supuesto, que los responsables de la situación den explicaciones públicas, algo poco habitual en España.

Fuente: El Supositorio   Visto en: Acta Sanitaria

Acerca de Dempeus per la salut pública

Col·lectiu de persones en defensa de la salut pública
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